Bolivia oculta pruebas que evidencian la presencia de indígenas aislados
15 noviembre 2016
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La empresa petrolera estatal de Bolivia ha negado las informaciones relativas a varios encuentros entre trabajadores y un grupo de indígenas aislados cerca de la frontera con Perú.
La empresa YPFB subcontrató a la filial de una petrolera china, BGP Bolivia, para realizar las labores de exploración en la zona.
Entre los meses de agosto y septiembre, varios testigos informaron que los trabajadores que abrían pistas en la selva se encontraron huellas, ramas rotas y caparazones de tortugas vacíos. El 17 de septiembre unos operarios fueron sorprendidos por gritos cercanos. BGP pospuso su actividad en la zona y retiró a los trabajadores. Uno de los trabajadores reportó: “Escuchamos gritos de hombres, fuerte, casi a 80, a 100 metros de la Línea”.
En la noche del 18 de septiembre unos indígenas rodearon el campamento de los trabajadores; supuestamente se trataría del mismo grupo no contactado.
Los tacanas, un pueblo indígena que habita en la zona, llevan tiempo advirtiendo a YPFB en contra de las exploraciones de hidrocarburos en el área por la amenaza que suponen para sus vecinos no contactados. De hecho, el 14 de septiembre los tacanas escribieron al Gobierno declarando: “La situación es sumamente grave y amerita la intervención inmediata de sus autoridades responsables de atender y proteger los derechos de los pueblos indígenas aislados”.
A pesar de las crecientes pruebas que evidencian la presencia de indígenas aislados, el presidente de YPFB ha negado desde entonces su existencia: “No tenemos ninguna confirmación de ningún pueblo no contactado. Entiendo que esta ha sido una distorsión de la información y lo que estaríamos haciendo es poder continuar con todas las actividades”.
Si estas prosiguen podrían ser catastróficas para la tribu aislada, a veces llamada toromonas. Los planes para los dos lotes de exploración de petróleo en el área conllevan la apertura de cientos de pistas a través de la selva y más de 61.000 pequeñas explosiones subterráneas.
El ruido, las interrupciones y la afluencia de trabajadores hasta lo profundo de la selva acarrean graves riesgos de contacto forzoso no planificado. Los pueblos indígenas aislados son los más vulnerables del planeta, y el impacto de la industria petrolera aumenta el riesgo de que puedan contraer enfermedades como la gripe y el sarampión frente a las que no tienen inmunidad.
Los trabajos tienen lugar en la frontera amazónica de los no contactados, el hogar de la mayor concentración de indígenas aislados del mundo. Se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.
Cronología de los hechos:
Del 20 al 23 agosto, y el 12 y 15 de septiembre: pruebas de indígenas aislados toromonas halladas por trabajadores de BGP.
17 de septiembre: hay trabajadores que se ven sorprendidos por gritos de gente en las cercanías. BGP retira a los trabajadores y suspende las operaciones en el área.
18 de septiembre: unos indígenas aislados rodean el campamento de los trabajadores. BGP envía un informe a YPFB.
17 de octubre: el presidente de YPFB niega la existencia de indígenas aislados.